¡Domínate y aguanta!
Este era el lema de la escuela
estoica, fundada en Atenas por Zenón de Citio (336-264 a.C.). El nombre de la
escuela procede del término griego stoa, que significa "pórtico". Al
parecer, Zenón impartía sus enseñanzas bajo el "pórtico pintado" del
ágora ateniense. Las ideas del filósofo griego tuvieron un gran éxito siglos
más tarde y entre personalidades de las clases sociales más dispares: esclavos
como Epicteto, filósofos y políticos romanos como Séneca y el emperador Marco
Aurelio.
Se cree que Zenón era de origen
fenicio, hijo de un comerciante, razón por la cual realizaba muchos viajes con
fines comerciales. En uno de esos viajes llegó a Atenas, y hojeó en una
librería "Los Memorables" de Jenofonte. Entusiasmado por la obra
preguntó dónde podía encontrar hombres tan notables como los mencionados en el
libro. Crates el cínico pasaba justamente por allí, y el librero se lo mostró,
diciéndole: "no tienes más que seguirlo". Desde entonces Zenón habría
seguido las lecciones de Crates.
Según otra tradición, Zenón consultó
al oráculo preguntando cuál era mejor tipo de vida, y recibió como respuesta
que tuviera trato con los muertos, lo que Zenón hizo enseguida poniéndose a
leer los antiguos.
Sea cierta o no esta segunda
anécdota, lo cierto es que fue discípulo de Creates y también siguió las
lecciones de Estilpón, el megárico y del platónico Jenócrates.
Recién a los cuarenta y dos años
Zenón comienza a enseñar y funda su escuela en el pórtico de la ciudad. Pronto
los discípulos de Zenón fueron apodados "estoicos" (stoa). Allí
hizo rápidas amistades y fue respetado por todos. Vivía modestamente, era
sobrio y discreto. No cobraba por sus lecciones como sucedía con los sofistas,
por lo cual acudía gente sencilla, gente de pueblo.
Diógenes Laercio, el famoso
historiador griego, nos dice en su obra "Vidas, opiniones y sentencias de
los filósofos más ilustres":
"Estaba rodeado de amigos medio
desnudos y andrajosos. Timón se burlaba de él por eso. Arrastraba una
nube de miserables que eran los más indigentes".
Asimismo tenía relación amistosa
con el rey de Macedonia, siendo invitado a los banquetes reales pese a su
carácter no dado a los placeres.
Si bien escribió varias obras, no
se ha conservado ninguna. Al morir Zenón dejó a cargo de la escuela estoica a
Cleantes, un discípulo que no se caracterizaba por su inteligencia, pero en
cambio tenía la costumbre de tomar nota minuciosamente de todos sus dichos.
Algunas frases de Zenón
“Recordad que la naturaleza nos ha dado dos oídos y una boca para enseñarnos que vale más oír que hablar.”
"Ninguna pérdida debe sernos más sensible que la del tiempo, puesto que es irreparable."
"La fortuna quiere que tenga yo mayor libertad para filosofar".
“No hay viento favorable para el que no sabe adónde va."
"Ninguna pérdida debe sernos más sensible que la del tiempo, puesto que es irreparable."
"La fortuna quiere que tenga yo mayor libertad para filosofar".
“No hay viento favorable para el que no sabe adónde va."
A la muerte de Cleantes Crisipo se hizo el conductor de la escuela, respetado por todos por su elocuencia y su capacidad para la dialéctica (discusión racional). Se enfrentó a los filósofos de la Nueva Academia y del Liceo, lo que le valió el apodo de " el cuchillo que corta los lazos académicos"
A Crisipo siguieron otros menos
recordados, hasta que el estoicismo llegó a Roma, donde se convirtió en una de
las corrientes filosóficas más importantes y flexibles. Tal es así que permitió
tanto al esclavo Epicteto, como al ilustre Séneca o al Emperador Marco Aurelio
pasar a la historia de la filosofía como sus máximos representantes.
La naturaleza, Dios,
la libertad y el destino.
De acuerdo con esta corriente
filosófica, la Naturaleza entera se halla gobernada por el Lógos. El logos es la
ley que rige el cambio de las cosas. Según los estoicos el cosmos tiene un
orden, es racional. Y el sabio estoico puede acceder a sus secretos en cuanto
también es un ser racional. Eso se debe a que el logos se encuentra en todas
las cosas.
Los estoicos no creían en un Dios
tal como lo concebimos hoy en día, un
Dios como el que propone el cristianismo, un dios que crea el mundo, que se
mantiene separado de él, que interviene según su capricho. Para los estoicos
Dios es el mundo; cada uno de sus elementos y cada uno de sus seres forma parte
de él y está regido por sus leyes. De ahí la apasionante idea que tenían del
destino.
Aun cuando la vida nos pueda
parecer absurda, sin sentido, en realidad todo es absolutamente racional, sólo
que responde a una razón que a veces no logramos comprender. Existe una
gigantesca armonía entre cada una de nuestras acciones y el todo, es más,
nuestras acciones, así como los sucesos de la naturaleza, son el devenir
necesario de ese “todo” que los estoicos identifican con Dios.
Dice Jean Brun al respecto:
“El destino
aparece así como un nudo de causas, o sea un orden y una conexión que jamás
pueden ser forzados ni transgredidos (…) El destino es una realidad natural inscripta
en la estructura del mundo, una disposición inmutable en el orden de las cosas”
Esta concepción de un cosmos dotado de un
principio rector e inteligente desemboca en una visión determinista del mundo
donde nada azaroso puede acaecer. Es por eso que los estoicos han reflexionado
mucho sobre la libertad. Siendo que todo está determinado, o bien la libertad no
existe, o no es otra cosa que la aceptación del destino. Solo quien conoce y acepta
su destino puede ser libre. Dice Epicteto:
"La libertad consiste en desear que las cosas ocurran, no como a ti te agradarían, sino como ellas ocurren."
El sabio estoico comprende el
desarrollo de las cosas, y sabe que no hay mayor infelicidad que estas sucedan
contrariamente a nuestros deseos. Es por eso que para prevenir futuras desilusiones
o contrariedades es imprescindible saber orientar nuestros deseos. En ello
radica nuestro mayor bien y nuestro deber. Si aprendemos a "vivir de
acuerdo con la naturaleza”, o a “las leyes del destino”, si aceptamos los
hechos, sabiendo que todo tiene su causa y su razón de ser, entonces nos
moveremos plácidamente por la corriente de este rio que es la vida.
La sabiduría estoica
Los estoicos predican la libertad
interior y la sumisión a la razón. Cada hombre
debe preocuparse solo de lo que de él depende, o sea de sus opiniones, de
sus deseos o inclinaciones. En cuanto a las cosas que no dependen de nosotros,
nada puede detenerlas ni constituir para
ellas un obstáculo; debemos aceptarlas tal como sucede y no aspirar en modo
alguno a que ocurran de acuerdo con nuestros deseos.
El necio, el dominado por las
pasiones, es quien cree que la libertad del hombre consiste en desear que todo
ocurro de acuerdo con sus deseos. Pero para los estoicos la libertad consiste
en desear que las cosas ocurran como deben ocurrir, porque hay una razón para
ello. El sabio es libre, inclusive cuando está encadenado, porque hace lo que
de él depende y permanece firme y tranquilo respecto a lo que escapa a su
poder.
Así lo explica Epicteto:
"Estoy
obligado a embarcarme ¿qué debo hacer? Elegir bien el barco, el piloto, los
marineros, la estación, el día, el viento, todo lo que depende de mi. Cuando
estoy en pleno mar sobreviene una fuerte tormenta. Esto ya no es asunto mío, es
cuestión del piloto. El barco se hunde: ¿qué debo hacer? hago lo que de mi
depende: ni grito, ni me atormento. Sé que todo lo que ha nacido debe morir,
esta es la ley general. Es necesario, pues, que yo muera."
En conclusión, el sabio estoico
sabe vivir conforme con el desarrollo de las cosas, en armonía con los acontecimientos,
sin exasperarse, sin impacientarse, siempre tranquilo y en paz consigo mismo y
el resto de los seres. El sabio sabe qué cosas depende de él y que cosas no.
Sabe cuándo debe actuar y cuando debe resignarse. Todo aquello que no depende
de nosotros, que no podamos cambiar, no debe preocuparnos; solo nos ocasionan
dolor y nos estancan en acciones vanas.
La ataraxia y la apatía
Aquel estado supremo al que
aspira el estoico es definido como ataraxia, que podría traducirse como
imperturbabilidad. Ante los distintos embates que pueda ofrecernos la vida,
como la pérdida de un ser querido, o el fruto del amor, tanto el éxito y la
fama como la pobreza, la injusticia o los golpes de la fortuna, ante todo lo
bueno y lo malo que nos suceda, debemos manteneros imperturbables.
También debemos ser
imperturbables ante la tiranía nuestros instintos y pasiones. Todo aquello que
provenga de nuestra interioridad sin pasar por la razón, nos llevan a querer
cosas que no podemos tener o que a la larga terminan haciéndonos mal, ya sea
por la imposibilidad de mantenerlas, por miedo a perderlas o tener que dejarlas
ir. Por lo tanto el Estoicismo hace de la abstinencia una virtud. Quien no
desea no sufre. La virtud moral se logra realmente cuando el hombre consigue
eliminar completamente sus pasiones: el dolor, el temor, el deseo que nos
encadena, las emociones que nos arrastran. Los estoicos llamaron apátheia o
apatía a esta suerte de dominio o de control racional sobre las propias pasiones.
El resultado será la ataraxia: la serenidad, la tranquilidad del espíritu, de
la conciencia y del ánimo.
El estoicismo en Roma
Séneca, (4 a.C.-65 d.C.) |
Séneca
Como se dijo, el estoicismo comenzó a expandirse y llegó a convertirse en la corriente filosófica más importante de Roma. Uno de los filósofos más importantes fue Séneca, debido a la gran cantidad de obras que escribió, y que se han podido conservar. Séneca no solo fue filósofo sino también político. Se dice que tenía un don para la oratoria y que atraído por sus discursos el emperador Claudio lo mandó a llamar y le confió la educación de su hijo, Nerón.
Cuando Claudio muere, envenenado por una de sus mujeres, Agripina, su hijo Nerón se convirtió en emperador, siendo aún muy joven (solo tenía 16 años). Séneca pasó a ser su consejero y era tal el poder que tenía sobre el joven que prácticamente mandaba él sobre Roma.
Sin embargo con el tiempo Séneca se ganó la enemistad de Nerón, quien preveía un complot en su contra y veía enemigos en todas partes. Tal es así que mandó a a asesinar, entre otras personas, a su madre, Agripina. Finalmente Séneca murió, por orden de él, abriéndose las venas.
La obra de Séneca es relativamente abundante; abarca diálogos, consolaciones, cartas y tragedias.
Algunas frases del filósofo:
- “Teméis todas las cosas como mortales, y todas las deseáis como inmortales”
- “No nos espante el dolor; o tendrá fin o acabará con vosotros.”
- “La vida es como una pieza teatral; no importa cuánto haya durado sino cuán bien haya sido representada.”
- “El hombre feliz no es el hombre que ríe, sino aquel cuya alma, llena de alegría y confianza, se sobrepone y es superior a los acontecimientos.”
- “El primer arte que deben aprender los que aspiran al poder es el de ser capaces de soportar el odio.”
- “El gobierno más difícil es el de uno mismo.”
- "Es mucho más importante que te conozcas a ti mismo que darte a conocer a los demás"
- “La tristeza, aunque esté siempre justificada, muchas veces sólo es pereza. Nada necesita menos esfuerzo que estar triste”
- “La razón trata de decidir lo que es justo. La cólera trata de que sea justo todo lo que ella ha decidido”
- “No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas.”
- “La recompensa de una buena acción está en haberla hecho.”
Para saber más sobre la vida de Séneca:
http://cibernous.com/autores/seneca/teoria/biografia.html
Epicteto fue un esclavo nacido en Frigia. Los azares de los mercados de esclavos lo llevaron a Roma donde lo compró un hombre muy malvado llamado Epafrodito. Por medio de este conoció a Nerón, quien sintió una gran simpatía por el esclavo, a quien consideró "una de las personas más inteligentes que había conocido". Su amo se sintió tan humillado que quiso vengarse. y le aprisionó un pie en un borceguí de tortura, con el objeto de que el estoico gritara, obligándolo así a traicionar su "impasibilidad". "Me vas a romper la pierna", le advirtió Epicteto, pero Epafrodito continuó hasta que el drama se produjo. Entonces Epicteto se limitó a añadir: "te había prevenido, acabas de romperme la pierna".
Al igual que Sócrates nunca escribió un libro, sin embargo uno de sus discípulos llamado Arriano recogió sus conversaciones, de las que solo se conservan los cuatro primeros libros, y extrajo de allí una serie de pensamientos conocida conocida con el nombre de "Manual de Epicteto"
Algunas frases del filósofo:
- “El deseo y la felicidad no pueden vivir juntos”.
- “No pretendas que las cosas ocurran como tú quieres. Desea, más bien, que se produzcan tal como se producen, y serás feliz.”
- “La felicidad no consiste en desear cosas sino en ser libre.”
- “No nos perturban las cosas sino las opiniones que de ellas tenemos.”
- “No olvides que eres actor en una obra, corta o larga, cuyo autor te ha confiado un papel determinado. Y ya sea este papel el de mendigo, príncipe, cojo o de simple particular, procura realizarlo lo mejor que puedas. Porque si ciertamente no depende de ti escoger el papel que has de representar, sí el de representarlo debidamente.”
- “¿Quieres dejar de pertenecer al número de los esclavos? Rompe tus cadenas y desecha de ti todo temor y todo despecho.”
- “Si tu razón, que es quien ordena todos tus actos, está desordenada, ¿quién la ordenará?”
- “¡Cuán ciego e injusto eres! En ti está no depender más que de ti mismo, y te esfuerzas en depender de un millar de cosas que te son ajenas y que te alejan de todo verdadero bien”
- “Un barco no debería navegar con una sola ancla, ni la vida con una sola esperanza.”
La gran obra de Marco Aurelio, Pensamientos, o Meditaciones, fue escrita en griego helenístico durante las campañas de la década de 170, son doce libros que constituyen una especie de diarios íntimos donde el autor reflexiona con sigo mismo.
Un fragmento de Meditaciones:
"En un instante no serás más que ceniza, un esqueleto, un nombre, o ni siquiera un nombre. Y el nombre es solo un ruido, un eco. Lo que tanto estimamos en la vida solo es podredumbre, pequeñez y vacío: perros que muerden, niños que pelean, que ríen, que enseguida lloran... ¿Qué es lo que te retiene en el mundo? Las cosas sensibles están sujetas a mil cambios y no son nada sólidas; los sentidos solo tiene percepciones oscuras, llenas de falsas imágines; la fuerza vital misma es un vapor de la sangre; y si piensas en lo que son los hombres, nada es gloria. ¿Qué esperas pues? esperas con calma el instante en que vas a desaparecer, quizá a cambiar de sitio. ¿Qué necesitas mientras tanto?¿Te hace falta otra cosa que honrar y alabar a los dioses, hacer bien a los hombres, saber soportar y abstenerte? Recuerda que todo lo que se haya más allá de los límites de tu cuerpo y de tu espíritu no es tuyo ni está bajo tu poder"
Algunas frases del filósofo:
Algunas frases del filósofo:
- “Si no conviene, no lo hagas; si no es verdad, no lo digas. Sé dueño de tus inclinaciones”.
- “Realiza cada una de tus acciones como si fuera la última de tu vida.”
- “No obres como si fueras a vivir mil años; obra como si el fin estuviera muy cerca.”
- “El arte de vivir se asemeja más a la lucha que a la danza.”
- “En ninguna parte puede hallar el hombre un retiro tan apacible y tranquilo como en la intimidad de su alma.”
- “El tiempo es como un río que arrastra rápidamente todo lo que nace.”
- “Acuérdate en adelante, cada vez que algo te contriste, de recurrir a esta máxima: que la adversidad no es una desgracia, antes bien, el sufrirla con grandeza de ánimo es una dicha.”
Resistir como un estoico
Escena final de la película "Corazón Valiente"
"Gladiador" se enfrenta a su destino
Mensaje de Rocky Balboa a su hijo
Bibliografía:
Jean Brun, El Estoicismo, Editorial Universitaria de Bs AS, 1977
Paginas sugeridas:
http://lamenteesmaravillosa.com/los-estoicos-y-su-filosofia-de-vida/
http://es.wikihow.com/ser-estoico ¿Cómo ser un estoico? (Un poco de humor)
http://fama2.us.es/fde/ocr/2007/manualDeEpicteto.pdf
sobre Crispo:
Debemos apreciar lo efímeros que somos en la vida.si pensaramos en la realidad del estoicismo,y sus leyes seríamos mejores personas
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