lunes, 4 de julio de 2016

Descartes


"Pienso, luego existo"


1596-1650


Fue un filósofo racionalista francés, considerado el padre de la modernidad. Combatió el escepticismo de su época buscando un método que le permitiera hallar una certeza, algo de lo cual no se pudiera dudar. Para ello utilizó la herramienta principal de sus rivales: la duda. 

Puso en duda sistemáticamente todas las cosas: desconfió de los sentidos, de la tradición, e incluso de la propia razón. Configuró una hipótesis que se convertiría en un mito, la hipótesis del "genio maligno": ¿qué pasaría si todo fuera un sueño creado por un genio malvado “no menos astuto y engañador que poderoso, que ha empleado toda su industria en engañarme"? se pregunta en una de sus famosas meditaciones metafísicas

Pero a diferencia de sus rivales, la duda era un método para llegar a alguna verdad, y la encontró: por mucho que me engañe el genio malvado -concluyó- hay algo de lo que no puedo dudar: "Pienso, existo!" 

Tras haber intuido esta verdad indudable dedujo una serie de ideas que le permitirían construir un sistema filosófico que incluía la existencia de Dios. De hecho es famoso su argumento racional de la existencia de Dios: “lo imperfecto no puede crear lo perfecto”. Además, esta idea innata que tenemos todos los hombres de Dios es perfecta, y la perfección incluye la existencia, por lo tanto Dios tiene que existir. 

Descartes invirtió el enfoque de la filosofía tradicional y buscó una verdad no fuera de él, en el mundo de los objetos, sino en la razón y el sujeto. A partir de allí la filosofía tomaría un nuevo rumbo: el idealismo. 

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