A partir del
siglo XVI los saberes que la humanidad había venido construyendo van siendo cada vez más cuestionados. La ciencia aristotélica y el dogma cristiano comienzan a sufrir una profunda crisis a partir de los descubrimientos de la ciencia y del panorama de nuevos hechos históricos. Estos cambios van a impactar profundamente en el pensamiento de los hombres modernos que comienzan a buscar nuevas verdades, nuevos fundamentos, y sobre todo, nuevos métodos que le permitan arribar a conocimientos seguros.
A continuación ofrecemos un fragmento de Manual García Morente, que explica la profundidad de los cambios que dieron comienzo a la época moderna para poner en contexto la obra de los primeros filósofos modernos.
Manuel García Morente; Lecciones preliminares de filosofía, Origen del Idealismo
A continuación ofrecemos un fragmento de Manual García Morente, que explica la profundidad de los cambios que dieron comienzo a la época moderna para poner en contexto la obra de los primeros filósofos modernos.
Manuel García Morente; Lecciones preliminares de filosofía, Origen del Idealismo
"En primer
lugar, cabe destacar la destrucción de la unidad religiosa, las
guerras de religión y el advenimiento al mundo del protestantismo. Las
luchas entre los hombres por distintos credos religiosos, hacen tambalear la fe
en una verdad única que uniese a todos los participantes en la cristiandad. Las
guerras de religión son al mismo tiempo, síntoma de un cambio de actitud en los
espíritus y causa de que ese cambio de actitud se haga cada vez más consciente
y claro, más profundamente visible a los ojos del hombre de aquellos tiempos.
En segundo lugar, el descubrimiento de la tierra y del cielo. Los hombres descubren la tierra. Por primera vez se dan cuenta de lo que es la tierra; por primera vez un hombre da la vuelta al mundo y demuestra por el hecho la rotundidad del planeta. Cambia esto por completo la imagen que se tenía de la realidad terrestre. Este cambio conmueve toda la física de Aristóteles.
Pero además
de haber descubierto la tierra, el hombre del siglo XVI descubre el cielo. El
nuevo sistema planetario, que Kepler y Copérnico desenvuelven (heliocentrismo),
cambia por completo también la idea que los hombres tenían de los astros y de
su relación con la tierra. La tierra cesa ya de ser centro del universo; cesa
de contener en sí en máximum de preeminencia antropomórfica; la tierra ahora es
un planeta, y no de los más grandes, con una trayectoria; es un grano de arena
perdido en la inmensidad de los espacios infinitos. El sistema solar es uno de
tantos sistemas de que se compone la inmensidad del cielo; y la tierra en ese
sistema solar ocupa un lugar secundario, periférico, que no es, ni mucho menos,
la posición central única y privilegiada que los antiguos y Aristóteles le
concedían (geocentrismo). He aquí también, con esto, otro caso que
profundamente conmueve los cimientos de la ciencia aristotélica.
Estos hechos
históricos –las guerras de religión, el descubrimiento de la rotundidad del
planeta, el descubrimiento de la posición de la tierra en el universo
astronómico– son otros tantos golpes terribles a la ciencia de Aristóteles."
Otros sucesos
históricos como el descubrimiento de
América (y el conocimiento de nuevas culturas y estilos de vida), la invención de la imprenta (que
contribuyó a la
disminución del analfabetismo y el acceso al conocimiento,
posibilitando que se desarrollara una capacidad crítica frente a verdades que
hasta entonces se creían inmutables), el
fortalecimiento de la burguesía (rompiéndose definitivamente las relaciones
vasallaje del feudalismo) y el progresivo distanciamiento
entre poder político y poder religioso, pueden ayudarnos a comprender
el espíritu de la época moderna.
"En este
momento puede decirse que el saber humano entra en la crisis más profunda que
ha conocido. Es éste uno de los casos más ejemplares en que se puede comprender
de la manera más patente la historicidad del pensamiento humano, que lejos de
ser algo que en la eternidad y fuera del tiempo subsiste siempre igual a sí
mismo, está radical y esencialmente condicionado por el tiempo y por la
historia."
Torre de Babel |
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