La filosofía de Marx
suele definirse como "materialista". Ello se debe a que Marx pensaba
que son las condiciones materiales de la sociedad las que definen la ideología
de un pueblo. Las condiciones materiales son las condiciones bajo las que el
ser humano produce todo lo que precisa para vivir (ropa, alimentos, máquinas,
etc.).
Esto incluye las
“condiciones de producción” (los recursos naturales, la geografía, el clima,
etc.), las “fuerzas productivas” (herramientas, fábricas, tecnología, fuerza de
trabajo, etc.) y las “relaciones de producción” (la división del trabajo, las
relaciones de propiedad, quien manda, quien obedece)
Por ejemplo, en la
antigüedad el modo de producción material era esclavista; había esclavos,
existía un derecho que avalaba la esclavitud, y también creencias en la clase
dominante de esa época se apoyaba y justificaba. En la edad el modo de
producción era feudal: había nobles y siervos, la nobleza se heredaba y esto en
general era respetado. En la modernidad capitalista las relaciones de
producción son entre los capitalistas y los obreros, entre los dueños de los
medios de producción y las personas comunes, que solo tienen su fuerza de
trabajo. Y existe un Estado que más allá del partido político que gobierne,
garantiza el derecho de la propiedad de esos capitalistas (tierras, capital, máquinas,
etc.). Pero además existe una ideología
dominante que hace que los propios explotados defiendan la propiedad privada, como algo más importante incluso que la
desigualdad o la explotación o la pobreza.
Dice Marx en el Prólogo a la Contribución a la
Crítica de la Economía Política (1859):
“El modo de producción de la vida material condiciona
el proceso de la vida social política y espiritual en general.
No es la conciencia del hombre la que determina su
ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia.”
En otras palabras,
pensamos de acuerdo a cómo producimos. En un mundo capitalista, nuestras ideas
van a ser acordes al modo de producción capitalista. Y no solo nuestras ideas
políticas, sino también nuestros ideales de vida, nuestros valores morales,
nuestras creencias religiosas, etc.
La Ideología
El concepto ideología tiene para Marx un sentido
negativo. Con él se refiere a un conjunto de ideas que dan una imagen falseada
de la realidad.
La ideología que predomina en una sociedad es la
ideología de la clase dominante. Esta clase dominante, elabora una teoría
acerca de la realidad social y del ser humano, escondiendo sus intereses, justificando
el modo de producción y la situación de dominio existente.
La función de ideología, por lo tanto, es ocultar, desfigurar
y justificar una realidad social injusta y opresiva: los capitalistas explotan
al obrero, y estos no se revelan en gran medida gracias a la ideología.
La clase dominada, que se ve obligada a trabajar,
adopta la ideología creada por las clases dominantes (los trabajadores producen
la materia, los capitalistas producen la ideología). Un claro ejemplo, según
Marx, es la religión, a quién concebía como “el opio del pueblo”.
Por tal motivo Marx entendía a la ideología como “forma de conciencia deformada” o una “falsa conciencia”.
La primera referencia a la noción de “falsa
conciencia” aparece en una carta escrita por Engels:
"La ideología es un proceso que el llamado
pensador cumple conscientemente, es cierto, pero con una conciencia falsa. Las
verdaderas fuerzas motrices que lo impulsan le permanecen desconocidas”.
La clase dominada piensa, pero piensa con las ideas
de la clase dominante, las cuales le impide comprender su propia realidad.
El trabajador sufre su realidad: la explotación, la
injusticia, la exclusión, la pobreza, imposibilidad de desarrollarse
íntegramente, como ser humano. Sufre su realidad, pero le cuesta pensarla y
expresarla, porque la ideología lo convence de que este es el “mejor de los
mundos posibles”.
Algunos Ejemplos
Veamos un ejemplo: la ideología dominante sostiene
que el Estado somos todos”. Es algo que nos enseñan en la escuela, forma parte
de nuestra cultura, de nuestras creencias, de nuestro sentido común. Pero en
realidad, dice Marx, el Estado es un instrumento opresión de las clases
dominantes.
¿Cuántos trabajadores
llegan a formar parte del gobierno de un Estado? ¿Cuántos verdaderos
representantes de los intereses de los trabajadores hay en un gobierno? En
realidad, solo aquellas personas que forman parte de la clase dominante llegan
a ejercer funciones dentro de un gobierno, sea cual sea su partido político.
Otro ejemplo: según la ideología dominante “todos los
ciudadanos somos libres e iguales. El
falseamiento es manifiesto: la libertad y la igualdad son puramente “ideales”,
pero en la realidad social sabemos perfectamente que la justicia no igual para
los que tienen plata, que la libertad de un trabajador se ve muy disminuida por
sus necesidades que lo arrastran “servir” a un patrón para sobrevivir. No son igual
de libres un trabajador en relación de dependencia que el dueño de una empresa
millonaria. Ambos son libres por ejemplo de irse de vacaciones a Disney, pero
uno es libre realmente de hacerlo, porque lo puede hacer, y el otro solo es
libre en el plano ideal, pero no en el real.
No hay comentarios:
Publicar un comentario