Platón; La República libro I, 327 a -331 d.
Encuentro entre Sócrates y Céfalo, diálogo sobre la vejez y las pasiones
"Ayer bajé al Pireo (el puerto de Atenas) en compañía de Glaucón, hijo de Aristón, con el fin de llevar mis oraciones a la diosa (Esta diosa según algunos sería Artemis, y tenía admiradores en el Pore. Según otros era Atenea) y para ver como iban a realizar la fiesta que celebran por primera vez (las fiestas tenían lugar una vez al año)
En cuanto Céfalo me vio, me saludó con estas palabras: - Oh Sócrates, no es frecuente que bajes al Pireo a vernos. No obstan te, tendría que ser frecuente. Porque si yo tuviera aún fuerzas como para caminar con facilidad hacia la ciudad. no sería necesario que vinieras hasta aquí, sino que nosotros Iríamos a tu casa. Pero ahora d eres tú quien de be venir aquí con mayor asiduidad. Y es bue no que sepas que. cuanto más se esfuman para mi los placeres del cuerpo. tanto más crecen los deseos y placeres en lo que ha ce a la conversación. No se trata de que dejes de reunirte con estos jóvenes. sino de que también vengas aquí con nosotros. como viejos amigos
A lo cual repuse : - Por cierto, Céfalo. que me es grato dialogar con los más ancianos. pus me parece necesario enterarme por ellos. como gen te que ya ha avanzado por un camino que también nosotros tal vez debamos recorrer. si es un camino escabroso y difícil , o bien fácil y transitable. Y en particular me agradaría conocer qué te parece a ti dado que te hallas en tal edad lo que los poetas llaman "umbral de la vejez": si lo declaras como la parte penosa de la vida . o de qué otro modo.
(...)
Pues debes saber, Sócrates, que, en aquellos momentos en que se avecina el pensamiento de que va a morir, a uno le entra miedo y preocupación por cosas que antes no tenia en mente. Así, pues, los mitos que se narran acerca de los que van al Hades , en el sentido de que allí debe ex piar su culpa el que ha sido injusto aquel, antes movían a risa , pero entonces atormentan al alma con el temor de que sean ciertos . y uno mismo, sea por la debilidad provocada por la vejez, o bien por hallarse más próximo al Hades, percibe mejor los mitos. En esos momentos u no se llena de temores y desconfianzas, y se aboca a reflexionar y examinar si ha cometido alguna injusticia contra alguien . Así, el que descubre en si mismo muchos actos injustos, frecuentemente se despierta de los sueños asustado, como los niños, y vive en u na desdichada expectativa . En cambio, e que sabe que no ha hecho nada injusto le acompaña siempre una agradable esperanza, una buena 'nodriza de la vejez', como dice Píndaro. Pues en efecto, Sócrates, bellamente ha dicho éste que a aquel que ha pasado la vida justa y piadosamente,
(...)
-Hablas con palabras muy bellas, Céfalo - dije- ; Ahora bien , en cuanto a esto mismo que has mencionado. la justicia. ¿declararemos, como tú, que en todos los casos consiste en decir la verdad y en devolver lo que se recibe ? ¿O bien éstas son cosas que algunas veces se hacen justamente y otras veces injustamente ? Por ejemplo, digo: si uno
recibe de un amigo que está en su sano juicio unas armas, si llega a perder la razón y las
vuelve a pedir, cualquiera diría, yo creo, que ni es conveniente el devolverlas ni será justo
el que las devolviera, como tampoco que quisiera decirle toda la verdad al que así se
encuentra.
-Tienes razón -dijo.
-Por consiguiente, no es ésa la definición de la justicia, el decir la verdad y el devolver las cosas que uno puede recibir.
-Consiste en eso Sócrates -dijo interrumpiendo Polemarco- si hemos de dar crédito a Simónides.
-Tienes razón -dijo.
-Por consiguiente, no es ésa la definición de la justicia, el decir la verdad y el devolver las cosas que uno puede recibir.
-Consiste en eso Sócrates -dijo interrumpiendo Polemarco- si hemos de dar crédito a Simónides.
- Bueno, en tal caso a vosotros os entrego la argumentación - dijo Céfalo- , porque yo debo ocuparme de las ofrendas sagradas.
- Pues entonces - preguntó Polemarco-, ¿no soy yo tu heredero?
- Claro que sí - con testó riendo su padre-, y se marchó a hacer las ofrendas."
Darin McNabb, "La fonda filosófica", La república de Platón, pt. 1/9, El concepto de virtud
"En primer lugar, el pretexto de todo el libro es la búsqueda por la justicia. Sócrates y sus interlocutores quieren saber en qué consiste. Entonces, a estas alturas no lo vamos a definir todavía, pero sí quiero que entendamos la clase de cosa que es. “Justicia” es el nombre que dan a una virtud humana, específicamente, la virtud que permite que el hombre viva bien en general. Ahora, ¿qué entienden por virtud? Para nosotros, tiene connotaciones morales, de alguien que hace siempre el bien y cumple sus obligaciones. Para los griegos es un término con una aplicación mucho más amplia. La palabra en griego es “arete” y significa literalmente poder o excelencia, un poder que permite que algo funcione bien. En este sentido, todo tiene una virtud. Un martillo, por ejemplo, tiene virtud si tiene una cabeza dura y una manga que uno puede asir bien. Si no tuviera esas cualidades sería muy difícil pegar un clavo. Casas con muros y techos son virtuosos; coches con llantas y motores; ¿y seres humanos? Sabemos que hacen martillos, casas, y coches, y por tanto las cualidades que necesitan para funcionar bien. ¿Pero los seres humanos? ¿Cuál es su función? La función de una planta es crecer y reproducirse. Es fácil distinguir entre una planta buena y una mala. ¿Pero los seres humanos? ¿Cómo distinguir entre uno que vive bien y uno que no?"
La República libro I, 353 d, 354 a; la justicia es más provechosa que la injusticia
-Pero a mí me parece mucho más importante lo que dice ahora Trasímaco, al afirmar que la vida del injusto es más feliz que la del justo (...) Vamos, pues, Trasímaco dije yo , [partiendo] desde el principio, respóndenos: ¿dices que la perfecta injusticia es más provechosa que la perfecta justicia?
-Pues lo afirmo ciertamente contestó , y sobre eso he expuesto mis razones.
-¡Bien!, pues ¿cómo te expresas acerca de estas dos cosas?
¿Llamas a la una virtud, y a la otra, vicio?
-Pues ¿por qué no?
-¿Por consiguiente, a
la justicia, virtud, y vicio a la injusticia?
(...)
https://auladefilosofia.net/2010/06/01/platon-republica-libro-ix/
-Vamos, pues; después de eso, examinemos esto. Existe una
función del alma que ninguna otra cosa de las que existen puede cumplir, como el
dirigir, mandar, deliberar y todas las cosas de esa naturaleza. ¿Es justo atribuir esas
funciones a otra cosa sino al
alma?
- no, no se pueden atribuir a ninguna otra cosa.
-¿Y de la vida?, ¿no diremos que es una función del alma?
- Si, y la principal
-Por tanto, ¿diremos que hay una virtud del alma?
-Lo diremos.
- ¿Acaso el alma, Trasímaco, desempeñará bien sus funciones, privada de su virtud, o no podrá?
- No podrá.
- Por tanto, es necesario que un alma mala gobierne y dirija mal, pero que un alma buena realice bien todo eso.
-Es necesario.
- ¿No estuvimos de acuerdo en que la justicia es una virtud del alma, y la injusticia, un
vicio de la misma?
- Estuvimos de acuerdo.
- En consecuencia, el alma justa y el hombre justo vivirán bien, y el hombre injusto,
mal.
-Está claro -dijo- según tu argumento.
- Pues, ciertamente, el que vive bien es afortunado y feliz, y el que no [vive bien], lo
contrario.
- sin duda
-Jamás, por lo tanto, divino Trasímaco, será la injusticia más ventajosa que la justicia.
-Regálate con estos discursos Sócrates, y que este sea tu festín
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