Maquiavelo
1469-1527
Maquiavelo nace en Florencia en 1469, de familia noble, y
recibe una educación esmerada. Participa activamente en la vida política hasta
los 44 años, dedicándose entonces a la teoría política. Su obra más importante
es "El Príncipe". Maquiavelo se interesó fundamentalmente por
presentar la mecánica del gobierno, prescindiendo de las cuestiones morales, y
formulando los medios por los cuales el poder político puede ser establecido y
mantenido. En la medida en que el fin del Estado es garantizar la seguridad y
el bienestar, el gobernante tiene derecho a valerse de medios inmorales para la
consolidación y conservación del poder. El pensamiento de Maquiavelo está
dominado por el realismo político: se ha de analizar el acto político puro, sin
connotaciones trascendentes o morales. Este acto sólo es válido si resulta
eficaz. Mediante este análisis pretende alcanzar las leyes inmutables y
necesarias que rigen la historia del hombre, puesto que ésta se repite
inexorablemente, pudiendo deducirse así lo que será la historia futura de la
humanidad.
En este contexto, le resulta especialmente interesante el
análisis de la personalidad del político. El político ha de ser una persona
hábil, capaz de manipular situaciones valiéndose de cualquier medio; ha de
poseer destreza, y una equilibrada combinación de fuerza y tesón, además de
intuición para sortear los obstáculos que se le presente y una carencia total
de escrúpulos. Ha de ser además capaz de actuar según los cambios momentáneos,
buscando apoyos o forzando traiciones según las circunstancias. En
consecuencia, el político no debe poseer virtud alguna, pero ha de estar en
condiciones de simular poseerlas todas, lo que supone actuar con absoluta indiferencia
ante el bien y el mal (amoral) con absoluto despotismo.
Respecto a las formas de gobierno, Maquiavelo considera
la República como la mejor forma de gobierno posible, lo que parece
difícilmente conciliable con su doctrina del despotismo político anteriormente
expuesta. No obstante, el despotismo estaría justificado sólo como paso previo
a la ordenación del Estado sobre el que se establecería la República. El
despotismo político sería entonces un mal menor que conllevaría la posibilidad
de establecer un gobierno republicano, es decir, un gobierno de la mayoría. El
gobernante es bueno, es decir, justificable, por su eficacia, no por sus
connotaciones ético-religiosas. No se trata de describir estados ideales, sino
de gobernar estados reales. En definitiva, la "modernidad" de
Maquiavelo parece radicar en el énfasis que puso en el Estado como un cuerpo
soberano que mantiene su vigor y unidad mediante una política de fuerza, aunque
no elaboró ninguna teoría sistemática e ni se preocupó tampoco nunca de hacerlo.
Tomás
Moro
1478-1535
Político y humanista inglés, Accedió al Parlamento
Inglés, donde se hizo notar por sus posturas audaces en contra de la tiranía.
Fue amigo del rey Enrique VIII, lo ayudó a conservar la unidad de la
Iglesia de Inglaterra. Sin embargo, cuando este rompió las relaciones con el
Papado Moro no apoyó su decisión.
Fue acusado de alta traición.
Permaneció en prisión en la Torre de Londres hasta
ser decapitado el 6 de julio de ese mismo año.
El libro describe una isla llamada Utopía donde
llega a desarrollarse una sociedad perfecta. Mientras realiza una crítica
mordaz a las condiciones sociales y económicas de su época, describe un
Estado que contiene algunas ideas que reaparecen posteriormente en el
socialismo.
No existe la explotación comercial ni diferencias
sociales, tan solo una sociedad agrícola cuya unidad central es la familia.
Todos los ciudadanos viven en casas idénticas y la propiedad de los bienes era
comunitaria. No existe ni propiedad privada ni dinero. Los medios de vida están
asegurados para todos por igual, teniendo en cuenta las preferencias de cada
uno y dejando tiempo libre que se emplearía en objetivos culturales.
La Utopía de Tomás Moro, aun conteniendo aspectos
ilustrados y prácticos, es ante todo una idealización de las sociedades
cooperativas del pasado y, en algunos aspectos, se opone al avance de las
fuerzas y tendencias que darán paso a la modernidad. Por otro lado, son las
piedras angulares de la vida en Utopía la creencia de que la vida política y la
moral no podrían ser disociadas.
Debido a su carácter ficticio e irrealizable, el término
muchas veces es empleado de un modo peyorativo para referirse a las teorías que
se consideran irrealizables, imposibles de concretar. Así, el socialismo, el
anarquismo y otras teorías políticas han sido calificadas de utópicas, restándoles
de este modo importancia y seriedad.
Sin embargo Tomás Moro sostenía: “Utopía es una
república ideal, mas posible históricamente si la política se supedita a la
moral, se elimina la propiedad privada, el ejército y la intolerancia”.
Thomas
Hobbes
"El
hombre es lobo para el hombre"
Filósofo ingles cuya obra es considerada como una de las
fundamentales en la ruptura con la línea de la Edad Media y
el inicio de la Modernidad. Sus descripciones de la realidad son tan brutales que
sus libros fueron quemados luego de haber sido tachado de ateo.
La filosofía política de Hobbes es una evidente reacción
contra las ideas democráticas que a los ojos de Hobbes eran la causa del
desorden y las guerras civiles en Inglaterra. Temía que la libertad condujera a
la anarquía y el caos, por eso en su “Leviatán” (uno de los
nombres bíblicos que se le dio al Diablo) fundamenta la necesidad
de instaurar una monarquía absoluta que tenga que
ser obedecida por todos sin excepción. El problema que tenían los
absolutistas en su momento era cómo fundamentar una monarquía sin recurrir a la
iglesia y la religión, y Hobbes encontró la solución en la propia naturaleza
humana.
En lo que Hobbes llama el estado natural, es decir, el
estado en el que se encontraba el ser humano antes de la organización de la
vida social, los seres humanos son iguales por naturaleza en facultades
mentales y corporales, produciéndose, también de una forma natural, la
compensación entre las deficiencias y las cualidades con las que la naturaleza
ha dotado a cada cual. Cada ser humano busca su propia conservación, lo que da
origen a la competición y a la desconfianza entre los seres humanos. En este
estado natural no existen distinciones morales objetivas, por lo que dicha
competición da lugar a un estado permanente de guerra de todos contra todos, en
el que cada cual se guía exclusivamente por la obtención de su propio beneficio
y, no existiendo moralidad alguna, no hay más límite para la obtención de
nuestros deseos más que la oposición que podamos encontrar en los demás.
El estado natural, pues, es un estado de guerra
permanente, el individuo depende para su seguridad de su propia fuerza e
ingenio, no habiendo más límite para su acción que los que éstas le impongan,
ni pudiendo esperar la colaboración de otros para conseguir sus propios
objetivos. Tal concepción del estado natural es una consecuencia de la
consideración previa negativa sobre la naturaleza del ser humano.
Sin embargo, hay aspectos en la naturaleza humana que
posibilitan el acuerdo entre los hombres para formar un estado “artificial”que
asegure la consecución de dicha paz; estas son las “leyes de la naturaleza” que
pueden ser descubiertas por la razón y que proveen al ser humano de un conjunto
de normas -de egoísta prudencia- que hacen posible la salida del estado de
natural.
La inseguridad a la que se ven sometidos los seres
humanos en estado de naturaleza, y la razón, que comprende la existencia de
leyes pero, al mismo tiempo, observa que dichas leyes no se cumplirán sin un
poder coercitivo, público, respaldado por la fuerza y capaz de castigar a los
infractores.
“Por tanto, antes de que los nombres de lo justo o
injusto puedan aceptarse, deberá haber algún poder coercitivo que obligue
igualitariamente a los hombres al cumplimiento de sus pactos, por el terror a
algún castigo mayor que el beneficio que esperan de la ruptura de su pacto y
que haga buena aquella propiedad que los hombres adquieren por contrato mutuo,
en compensación del derecho universal que abandonan, y no existe tal poder
antes de que se erija una República.”
A diferencia de algunos animales, como las abejas y las
hormigas, que viven de forma natural sociablemente, los seres humanos sólo
pueden alcanzar esta convivencia social por medio de un pacto por el que se
genera, simultáneamente, la sociedad civil y un poder común capaz de obligar a
todos al cumplimiento del pacto suscrito. El pacto tiene lugar, pues, de cada
hombre con cada hombre, "como si todo hombre debiera decir a todo
hombre: autorizo y abandono el derecho a gobernarme a mí mismo, a este hombre,
o a esta asamblea de hombres, con la condición de que tú abandones tu derecho a
ello y autorices todas sus acciones de manera semejante".
Este poder común no puede hallarse dividido (contra la
división de poderes) sino que ha de ser ejercido por "un hombre o
una asamblea de hombres, que pueda reducir todas sus voluntades, por pluralidad
de voces, a una sola voluntad”. Hay que hacer notar que el soberano no es
parte del contrato, es decir, el contrato no se establece entre los súbditos y
el soberano, sino exclusivamente entre los súbditos. De este modo Hobbes
entiende que no hay obligación ninguna que limite la acción del soberano
respecto a los súbditos.
Por lo demás, el contrato, la creación de la sociedad
civil y del soberano son simultáneos, pues no podría surgir el contrato sin que
surja simultáneamente un poder capaz de ponerlo en vigor.
John
Locke
1632, 1704
Pensador británico, uno de los máximos representantes del
empirismo inglés. Sin embargo se destacó especialmente por sus estudios de
filosofía política, en los que sentó las bases del pensamiento político
liberal. Fue el teórico de la «revolución inglesa». Su pensamiento ha ejercido
una influencia decisiva en la constitución política del Reino Unido y la independencia
de los Estados Unidos. Defendía la soberanía popular, el derecho a la rebelión
contra la tiranía y la tolerancia hacia las minorías religiosas.
Locke partió de los principios del derecho natural al
igual que Thomas Hobbes, considerando que el hombre vivía, en
una época pretérita, en un estado de naturaleza en el que no existía ningún
tipo de organización social ni política. Sin embargo, la visión que tiene Locke
de este estado de naturaleza es menos catastrófica que en Hobbes ya que el
hombre en esta situación o estado primitivo se regía por ciertas leyes
naturales que le venían dadas por su razón. Estas leyes o derechos naturales
son el derecho a la vida, a la libertad y la propiedad.
Todos los hombres nacen libres, iguales e independientes.
Por lo tanto ningún hombre tiene derecho a privar a otro de su libertad ni de
hacerse con su vida. Dios ha dado la tierra en común a todos los hombres, sin
embargo, en este estado de naturaleza existe el derecho de propiedad. Al
trabajar la tierra el hombre se hace dueño de su fruto, y por lo tanto la
tierra trabajada le pertenece. El derecho a la propiedad privada es según Locke
un derecho "natural", al igual que el derecho a la vida y la libertad.
Por otro lado, Locke establece ciertos límites para
evitar la acumulación de bienes:
"Cada uno tiene derecho a todo aquello que pueda
adquirir mediante su propio trabajo, y nada más. En segundo lugar, cada uno
tiene derecho a adquirir todo aquello que pueda consumir nantes de que se
estropee, y nada más. Y cada uno tiene derecho a acumular siempre que deje en
cantidad suficiente y de la misma calidad para los demás"
En el estado de naturaleza se impone entre los hombres el
respeto mutuo de estos derechos, quedando limitados por los derechos de los
demás. De ahí que no vivan en una guerra de todos contra todos ya que los
individuos poseen el derecho a castigar a los infractores de estos derechos.
Los hombres, para Locke no son necesariamente buenos, ya
que pueden violar los derechos de los demás; pero tampoco son necesariamente
malos, porque cuentan con una "ley moral natural" descubierta por la
razón que les impone límites a su conducta.
El problema que existe en el Estado de Naturaleza es que
no hay una organización política que garantice el ejercicio de los derechos
naturales y la aplicación de sanciones racionales y justas a los infractores.
De ahí la necesidad del contrato social, por el cual todos los hombres deciden
libremente vivir en una sociedad civil, organizada políticamente.
Según Locke el "contrato social" es entre los
individuos y los gobernantes. Por lo tanto La cesión de derechos que hacen los
individuos es revocable y los políticos deben de actuar siempre en función del
bien público y ser controlados por los ciudadanos. El poder político tiene un
mandato popular y es responsable ante el pueblo del desempeño de su misión.
Además Surge la necesidad de que el poder del Estado se
divida con el fin de limitar el poder del monarca o de aquél que ejerza el
poder ejecutivo. Por lo tanto propone la división de poderes: el poder el
legislativo (que incluye al judicial) y el poder ejecutivo, que debe estar
vigilado y subordinado al primero.
El estado según Locke debe ser independiente del poder de
la iglesia y no debe intervenir en cuestiones económicas. Su único fin es
garantizar los derechos de los individuos, sobre todo el derecho a la libertad
y a la propiedad privada.
El resultado es la creación de una Democracia
Representativa.
ROUSSEAU
1712-1778
"El hombre nace libre, pero en
todas partes se encuentra encadenado"
Nació en Ginebra. Huérfano de madre, pronto comenzó una
vida de peregrinaje por distintas ciudades ejerciendo distintos trabajos. Su
interés musical le llevó a París, donde contactó con los enciclopedistas. A
partir de 1750 su fama se extendió por Europa a través de sus distintas obras
siendo estas prohibidas en diferentes países. Sus ideas influyeron en gran
medida a la Revolución francesa.
Rechazó la idea de progreso ilustrada sosteniendo que la
ciencia, la técnica, las instituciones políticas y en general eso que llamamos
cultura y civilización no mejoran al hombre, sino que son el origen de la
desigualdad entre los hombres, corrompen su inocencia y bondad naturales y
tienden hacerlo más infeliz. Tras su apariencia refinada y culta, la sociedad
es un puro artificio que ha hecho peor al ser humano enseñando el lujo y el
goce y desvalorizando las cualidades morales.
EL gran aporte de Rousseau al pensamiento político es su
teoría del contrato social con la que pretende explicar cuál pudo haber sido el
origen del Estado.
Para explicar cómo era el ser humano antes de la
aparición de la sociedad y del Estado Rousseau elabora la hipótesis del “buen
salvaje”. El hombre en estado de naturaleza es un bruto feliz con dos
tendencias naturales, el instinto de supervivencia y la compasión, un
sentimiento que lleva al ser humano a evitar el sufrimiento innecesario a los
demás, es bueno y es pacífico.
Al aparecer la propiedad privada el hombre natural perdió
su inocencia porque con ella aparecieron las desigualdades sociales. Éstas son
el resultado de la capacidad de algunos de adueñarse de los recursos naturales
y reducir a los demás a una situación de dependencia económica.
En este punto, los propietarios se convencen y convencen
a los demás de la necesidad de crear una sociedad política fundada en la
propiedad y en una autoridad que la defienda.
Este es el origen del estado moderno que basado en el
derecho a la propiedad privada, ha legitimado la desigualdad y la injusticia,
corrompiendo la naturaleza del hombre.
Sin embargo Rousseau no plantea volver al estado
primitivo, sino realizar un nuevo pacto o contrato social con el que los hombres
recobren la libertad e igualdad perdidas. Es el pueblo, mediante la
ratificación de la voluntad general, el único calificado para establecer las
leyes que condicionan la asociación civil, ya que por naturaleza todos somos
iguales y ningún hombre tiene autoridad sobre otro; sólo puede ser legítima
aquella autoridad que surja de un acuerdo entre los hombres.
Marx
1818- 1883
“Los filósofos simplemente han interpretado el
mundo de modos distintos, ahora se trata de cambiarlo.”
Marx:
el materialismo histórico. Base y superestructura.
Jostein Gaarder; "El Mundo de Sofía”
-¿Dijiste que era un «materialista histórico»?
-No era un «materialista filosófico», como los atomistas
de la Antigüedad y el materialismo mecanicista de los siglos XVII y
XVIII, pero pensaba que en gran medida son las condiciones materiales de la
sociedad las que deciden cómo pensamos. También para la evolución histórica son
decisivas las condiciones materiales.
–Bastante diferente al «espíritu universal» de Hegel.
–Hegel había señalado que la evolución histórica se mueve
hacia adelante por una tensión entre contrastes, que a su vez es sustituida por
un cambio brusco. Esta idea es continuada por Marx. Pero según Marx, Hegel lo
expresaba al revés (...) A la fuerza que impulsa la Historia hacia
adelante, Hegel la llamaba «espíritu universal». Es esto lo que, según Marx, es
poner las cosas al revés. Él quería mostrar que los cambios materiales son los
decisivos
(...) A estas condiciones materiales, económicas y
sociales de la sociedad, Marx las llamó base de la sociedad. A cómo se piensa
en una sociedad, qué clase de instituciones políticas se tienen, qué leyes y
lo que no es menos importante, qué religión, moral, arte, filosofía y ciencia,
Marx lo llama supraestructura de la sociedad.
-Base y supraestructura, entonces.
-Ahora alcánzame el templo griego, por favor
-Aquí lo tienes.
-Esto es una copia reducida del viejo templo del Partenón
de la Acrópolis (...) Ves que el edificio tiene un tejado muy elegante
y elaborado. Puede incluso que en lo primero que uno se fije sea en el propio
tejado y en la fachada. Eso es lo que podríamos llamar la «supraestructura».
Pero el tejado no puede flotar en el aire.
–Está sostenido por columnas.
–Todo el edificio tiene ante sí un sólido fundamento, o
una «base», que soporta toda la construcción. De la misma manera Marx opinaba
que las condiciones materiales levantan, en cierto modo, todo lo que hay de
pensamientos e ideas en la sociedad. En este sentido la supraestructura de una
sociedad es el reflejo de la base de la misma. (...)
–Entiendo. ¿Pero vas a decir algo más sobre el templo?
–Sí, un poco más. Estudia detenidamente la base del
templo e intenta describírmela.
–Las columnas reposan sobre una base que consta de tres
niveles o escalones.
–De la misma manera también podemos distinguir tres
niveles en la base de la sociedad. Lo más básico es lo que podemos llamar
«condiciones de producción» de la sociedad, es decir las condiciones y los
recursos naturales que existen en la sociedad, todo aquello que tiene que ver
con el clima y las materias primas. Todo esto constituye los cimientos de la
sociedad, y estos cimientos ponen límites clarísimos sobre qué tipo de
producción puede tener esta sociedad. Y con ello, también se ponen límites muy
claros sobre qué tipo de sociedad y qué tipo de cultura se puede llegar a tener
en general.
–Por ejemplo no se pueden pescar arenques en el Sahara, y
tampoco se pueden cultivar dátiles en el norte de Noruega.
–Justo. Lo has entendido. Pero también hay mucha
diferencia entre la manera de pensar de la gente de una cultura nómada y la de
un pueblecito pesquero del norte de Noruega. El siguiente nivel abarca las
«fuerzas productivas» que existen en la sociedad. Marx se refiere con esto a
la clase de herramientas y máquinas que se tienen.
–Antiguamente se pescaba con barcas de remo, hoy se pesca
con grandes barcos de arrastre.
–Ya estás tocando el siguiente nivel de la base de la
sociedad, es decir quién es el propietario de los medios de producción. A la
propia organización del trabajo, es decir; a la división del trabajo y a las
relaciones de propiedad, Marx las llamó relaciones de producción de la
sociedad.
Entiendo.
–Hasta aquí podemos concluir y decir que es el modo de
producción de una sociedad el que decide las condiciones políticas e
ideológicas que hay en esa sociedad. No es una casualidad que hoy en día
pensemos de un modo algo distinto, y que tengamos una moral distinta a la que
existía en una antigua sociedad feudal.
–Entonces Marx no creía en un derecho natural vigente en
todos los tiempos.
–No, la cuestión de lo que es moralmente correcto es,
según Marx, un producto de la base de la sociedad. No es, por ejemplo, una
casualidad el que en las viejas sociedades campesinas fueran los padres los
que decidieran con quién se iban a casar sus hijos, ya que entraba en juego la
cuestión de quién iba a heredar la granja. En una ciudad moderna las relaciones
sociales son distintas. Aquí te puedes encontrar con tu futuro esposo o esposa
en una fiesta o en una discoteca, y si uno está suficientemente enamorado,
encontrará, de alguna manera, un sitio donde vivir.
–Yo nunca hubiera consentido que mis padres decidieran
con quién tengo que casarme.
–No, porque tú también eres hija de tu época. Marx señaló
además que, por regla general, es la clase dominante de una sociedad la que
decide lo que es bueno y lo que es malo. Porque toda la Historia es
una historia de luchas de clases. Es decir, que la Historia trata,
sobre todo, de quién va a ser propietario de los medios de producción.
- hoy se pesca con grandes barcos de arrastre.
–Ya estás tocando el siguiente nivel de la base de la
sociedad, es decir quién es el propietario de los medios de producción. A la
propia organización del trabajo, es decir; a la división del trabajo y a las
relaciones de propiedad, Marx las llamó relaciones de producción de la
sociedad.
-Entiendo.
–Hasta aquí podemos concluir y decir que es el modo de
producción de una sociedad el que decide las condiciones políticas e
ideológicas que hay en esa sociedad. No es una casualidad que hoy en día
pensemos de un modo algo distinto, y que tengamos una moral distinta a la que
existía en una antigua sociedad feudal.
La Lucha de Clases y
el progreso de la historia
–En todas las fases de la Historia ha habido, según Marx,
un antagonismo entre las dos clases sociales dominantes. En la sociedad de
esclavitud de la Antigüedad, el antagonismo estaba entre el ciudadano libre y
el esclavo; en la sociedad feudal de la Edad Media entre el señor feudal y el
siervo; y más adelante entre el noble y el burgués. Pero en la época del propio
Marx, en lo que él llama una sociedad burguesa o capitalista, los antagonismos
están ante todo entre el capitalista y el obrero o proletario. Existe, pues,
un antagonismo entre los que poseen y los que no poseen los medios de
producción. Y como la «clase superior» no quiere ceder su predominio, un
cambio sólo puede tener lugar mediante una revolución (...)
En el sistema capitalista el obrero trabaja para otro.
Así el trabajo se convierte en algo fuera de él. El obrero es un extraño a su
propio trabajo y por tanto también se convierte en un extraño a si mismo.
Pierde su propia realidad humana. Marx dice con una expresión hegeliana que el
obrero se siente alienado.
–Yo tengo una tía que lleva veinte años en una fábrica
empaquetando bombones, de modo que no me cuesta nada entender lo que dices.
Dice que odia tener que ir al trabajo todas las mañanas.
–Pero si odia su trabajo, Sofía, entonces, en cierta
manera, también debe de odiarse a sí misma.
–Desde luego, odia los bombones.
–En la sociedad capitalista el trabajo está organizado
de manera que el obrero está realizando, en realidad, un trabajo de esclavo
para otra clase social. Así, el obrero transfiere su propia fuerza laboral, y
con ello toda su existencia humana, a la burguesía.
–¿Tan terrible es?
–Estamos hablando de Marx. Tenemos que tener presentes
las condiciones sociales existentes a mediados del siglo pasado. Y la
respuesta es un sonoro «sí». El obrero tenía fácilmente una jornada laboral de
doce horas, en unas frías naves de producción. La paga era a menudo tan escasa
que también tenían que trabajar los niños y las mujeres que acababan de dar a
luz. Todo esto llevó a condiciones sociales indescriptibles. En algunos
lugares, parte del salario se pagaba en forma de aguardiente barato, y muchas
mujeres se veían obligadas a prostituirse. Los clientes eran los «señores de la
ciudad». En pocas palabras: precisamente mediante lo que sería la marca de
nobleza del hombre, es decir, el trabajo, al obrero se le convertía en un
animal.
-Pero el capitalismo es una etapa de
la historia que será superado, porque el capitalismo es un sistema
autodesctructivo, no tiene una dirección racional. Los capitalistan ganan cada
vez más, para competir abaratan los costos, compran maquinarias, bajan los
sueldos. Los trabajadores ganan cada vez menos y no pueden comprar los
productos. La revolución es inminente-
-«A la propiedad privada capitalista le ha llegado su
hora», dice Marx. Pronto nos encontraremos en una situación revolucionaria.
–Entiendo.
–Para resumir, acaba con que se levantan los proletarios
asumiendo la propiedad de los medios de producción.
–¿Y entonces qué pasa?
–Durante un cierto período tendremos una nueva «sociedad
de clases» en la que los proletarios mantendrán sometida por la fuerza a la
burguesía. A esta etapa Marx la llamó dictadura del proletariado. Pero tras un
período de transición, la dictadura del proletariado será sustituida por una
«sociedad sin clases», o comunismo. En esta sociedad los medios de producción
serán propiedad de «todos», es decir del propio pueblo. En una sociedad así
cada uno «rendirá según su capacidad y recibirá según su necesidad». Además
ahora el trabajo pertenecerá al propio pueblo y cesará la «alienación»
capitalista.
Marx
y el hombre alienado
Adolfo
Carpio, Principios de Filosofía, Cap. XII, El Materialismo Histórico, Marx
–adaptación-
Unos de los conceptos más emblemáticos de Marx es el de
enajenación. Este a la vez, viene unido de una concepción muy particular que
tenía del trabajo y del propio hombre. En esta entrada proponemos un
análisis de estos conceptos a partir de la lectura del capítulo que dedica A.
Carpio sobre la filosofía de Marx, y algunos fragmentos de los Manuscritos
Económicos Filosóficos y El Capital, del propio Marx.
Según Marx lo que diferencia al hombre de los
animales es el trabajo:
“el hombre mismo se diferencia de los
animales a partir del momento en que comienza a producir sus medios de vida.”
Es cierto que también el animal "trabaja", pero
el trabajo humano está acompañado de conciencia, es un trabajo social y se
realiza en un proceso histórico, nada de esto acontece en el animal, porque,
ante todo, carece de conciencia. En El capital se lee:
"Pero lo que de antemano distingue al peor
arquitecto de la mejor abeja es que aquél ha construido la célula en la cabeza
antes de construirla en la cera."
La diferencia, entonces, entre el trabajo humano y esa
actividad que puede llamarse trabajo animal, consiste en que aquél está
siempre precedido por una idea o representación (...) El trabajo
consistirá en la objetivación o exteriorización en la naturaleza de la
representación que el hombre tenga en su conciencia. Por lo tanto el hombre por
medio del trabajo "se contempla a sí en un mundo creado por él".
De modo que el trabajo no puede reducirse a la mera
actividad "económica", a simple medio para mantener la vida orgánica,
sino que es, por el contrario, un modo de desarrollarse plenamente. Pero si, en
cambio, el trabajo se rebaja a mero medio para la vida, la esencia del hombre
se invierte, el hombre sealiena.
Alienado viene de Alien y
significa significa "ajeno".
Marx quiere decir entonces que el hombre se vuelve ajeno a sí
mismo en cuanto toma el trabajo como un mero medio de
subsistencia, porque vivedesconociendo su propia
esencia.
Hay en primer lugar, una enajenación del
trabajador respecto a su propia actividad, porque siente que no le pertenece,
cuando en realidad el trabajo es aquello que lo distingue de los
animales. En segundo lugar, el trabajador está alienado
respecto del producto de su trabajo, ese producto no le pertenece a él, sino al
capitalista, que al ser dueño de los medios de producción se adueña del
producto de su trabajo. Aquello que el trabajador produce no le es propio, sino
ajeno.
En los Manuscritos Económicos Filosóficos Marx dice:
"El obrero se siente obrando libremente en sus
funciones animales, en el comer, beber y engendrar (…) en cambio en sus
funciones humanas se siente como un animal”.
Es decir, el capitalismo produce una inversión en la
esencia del ser humano que en el único momento que se siente libres es cuando
huye del trabajo. Pero solo tiene tiempo para realizar actividades animales:
comer, tener relaciones, dormir...Las consecuencias según Marx son las
siguientes:
“El trabajador no se afirma, sino que se niega; no se
siente feliz, sino desgraciado; no desarrolla una libre energía física y
espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu. Por eso el
trabajador sólo se siente en sí [como en su propio hogar], fuera del trabajo, y
en el trabajo fuera de sí. Está en lo suyo cuando no trabaja y cuando trabaja
no está en lo suyo. Su trabajo no es, así, voluntario, sino forzado, trabajo
forzado. Por eso no es la satisfacción de una necesidad, sino solamente un
medio para satisfacer las necesidades fuera del trabajo. Su carácter extraño se
evidencia claramente en el hecho de que tan pronto como no existe una coacción
física o de cualquier otro tipo se huye del trabajo como de la peste.”
Al huir del trabajo huye también de su esencia
humana, de su poder creador. Esta alienación opera de modo tal
que las relaciones sociales se deforman o pervierten, porque
en lugar de ser relaciones entre personas, se convierten en relaciones entre
cosas, los hombres pasan a ser instrumentos, "engranajes" de una gran
maquinaria. Como la actividad propiamente humana –el
trabajo-, en lugar de constituir un fin, ha pasado a ser nada más que un medio
para producir mercancías, ella misma se ofrece como una mercancía más, es decir
que el hombre mismo se convierte en mercancía.
Esta situación está representada en la famosa película "Tiempos Modernos" de Charles Chaplin. En una de las escenas más famosas se puede ver cómo un trabajador alienado por su trabajo termina "confundiéndose" literalmente con la máquina.
Un segundo film que proponemos para reflexionar sobre
cómo el capitalismo ha transformado las relaciones humanas, deshumanizandolas,
es el cortometraje animado "el empleo", de Santiago 'Bou' Grasso
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