Rueda de Bicicleta Marcel Duchamp |
Cuando
visitamos una muestra de arte contemporáneo, si en un rincón de la galería
encontramos un balde, un secador y un trapo de piso, la primera reacción ya no
es preguntarnos si alguien olvidó retirar esos elementos de limpieza. Pensamos:
¿es una instalación? El malentendido termina en cuanto advertimos una etiqueta
(o la ausencia de ella) consignando autor y título de la obra (probablemente
“sin título”). Unos pasos más allá protagonizamos la misma comedia ante un
matafuegos. Es el desconcierto al que estamos acostumbrados: cualquier cosa puede
ser arte. Sin embargo, el gesto de buscar un autor, un título, parece mostrar
lo contrario. Para que algo sea arte debe ser reconocido como obra. Qué es arte
y qué no lo es –según esta perspectiva– se determina de acuerdo con lo que
sostenga “el mundo del arte” en cada contexto. Esta teoría institucionalista
acerca de lo que es el arte es aquello contra lo que Arthur Danto escribe en
este libro, en busca de una definición del arte que no vacila en llamar
“universal”. Esto es, una definición que pueda dar cuenta tanto de una tragedia
griega como de la obra de Leonardo o el mingitorio de Duchamp. Danto advierte
que el institucionalismo no llega a explicar cuál es la razón para que “el
mundo del arte” (curadores, coleccionistas, críticos, artistas) establezca, en
cada caso, si estamos o no ante una obra de arte. Esta idea “se asemeja de
algún modo a ser nombrado caballero: no todo el mundo puede hacerlo, tiene que
ser obra de reyes y reinas (...). Algún rey chiflado podrá otorgar el título de
caballero a su propio caballo”, escribe el autor de Después del fin del arte.
Duchamp "Fuente" |
Entonces, ¿qué es aquello que hace que una cosa sea
arte? Debe tratarse de una condición necesaria en la obra, de una propiedad
esencial sin la cual un objeto no puede entenderse o interpretarse como arte.
Danto cree haber encontrado una respuesta satisfactoria. Por un lado, señala
que el arte no es otra cosa que la historia del arte; al mismo tiempo, esa
historia nos dice que el arte es ante todo un “significado encarnado”. Los
grandes maestros del Renacimiento comparten con Picasso, Bréton y John Cage el
hecho de que tanto unos como otros se dedicaron –de muy distintas maneras– a
encarnar significados. Para Danto, el arte no es de ningún modo un “concepto
abierto”; por el contrario, es muy cerrado. Y es precisamente ese cierre el que
nos obliga a abrir la mente, a reflexionar y modificar nuestro punto de vista;
el arte nos invita siempre a descubrir e interpretar significados encarnados en
un objeto, una materia (piedra, lienzo, película, cosas tomadas de la vida
cotidiana o apenas un fragmento de silencio) que percibimos.
En 1964, Andy Warhol exhibió sus Cajas Brillo en la
Stable Gallery. Danto estuvo allí: “Era una de las galerías más bonitas de
Nueva York, aunque al entrar uno creía haber cometido un error, pues aquello
parecía un almacén de supermercado”, recuerda. Las cajas de Andy eran
exactamente iguales a las exhibidas en cualquier góndola, aunque sólo eran
iguales visualmente. Las del mercado eran de cartón, Warhol las hizo hacer de
madera. Unas contenían en su interior lo que la caja anunciaba, estropajos; las
otras estaban vacías. Podrían haber contenido el mismo producto y las cajas de
Warhol seguirían provocando el impacto que, de hecho, causaron en el propio
Danto. No había forma de hacer visible la diferencia entre las cajas “reales” y
la “obra”. Hacer del arte algo indiscernible de lo real es el aporte
fundamental que Danto atribuye a Andy Warhol. Es el fin del arte tal y como
había sido entendido hasta entonces. Y no se trata de que ya no haya diferencia
entre arte y realidad; las diferencias siguen existiendo, pero son invisibles.
Las Cajas Brillo de Warhol no significan lo mismo que las cajas en el
supermercado: “La explicación de que un significado encarnado es lo que
convierte un objeto en una obra de arte sirve tanto para la obra de David como
para la de Warhol. De hecho, sirve para todo lo que es arte. Cuando los
filósofos supusieron que no existe ninguna propiedad que compartan todas las
obras de arte; estaban buscando sólo propiedades visibles. Pero son las
propiedades invisibles las que convierten algo en arte”, escribe en “Sueños
despiertos”, el primero y más extenso de los textos incluidos en Qué es el
arte. Las Cajas Brillo implican para Danto un acontecimiento decisivo, incluso
una auténtica revelación del estatus ontológico del arte. La radical (y hasta
ridícula) indiferenciación entre arte y realidad en la escultura de Warhol es
el punto final de dos mil quinientos años de debates, búsquedas y querellas a
propósito del arte entendido como “imitación”.
De arte somos
DOMINGO, 11 DE AGOSTO DE 2013
Por Mariano Dorr
Warhol y el arte Pop
El arte pop sugiere lo
cotidiano, y los artistas pop de Inglaterra y los EE.UU., en efecto, querían
representar elementos populares y cotidianos de una manera artística. Anteriormente,
el arte expresionista abstracto había desterrado los objetos
cotidianos de sus imágenes. Ahora, de repente, el cine y estrellas del pop,
políticos famosos, coches, señales de tráfico, los paquetes de cigarrillo,
latas de cerveza y banderas empezaron a aparecer en el arte, como la gente los
conocía de las revistas de moda, supermercados o de la calle” Warhol Jackson
El arte pop es sólo otra
dirección artística que existía en gran parte en el marco familiar del arte
moderno, y abrió la puerta a un nuevo arte y una nueva concepción del arte.
Warhol
generó discusiones en cuanto al papel del artista en una obra. Se lo
consideraba artista por solo firmar ciertas obras sin haberlas creado?
Recordemos que él dirigia a sus asistentes para luego firmar las obras. Sin
embargo, muchas otras obras él si las pintó. La idea era del artista por lo
tanto es su obra aunque solo la dirigiese.
Las
obras de Warhol eran realmente creadas bajo las instrucciones del artista como
se lo haría en una línea de producción de fábrica. Su ideal era crear 4000
obras de arte al día. En realidad solo llegó a crear 2000 en dos años, lo que
significaba 3 por día.
El
observar sus obras tiene como resultado el poder disfrutar y apreciar las cosas
que conforman nuestra vida cotidiana de una manera mas simple, con mucho menos
esfuerzo. El arte tradicional
típicamente requiere una información
histórica y un gusto refinado .
Otro
tema a discutir fue que Warhol tomó las imagenes que pertenecian a otras
personas y de ahi las usó para hacer su serigrafias. Pero al margen de la fama
y de la polémica, sigue siendo uno de los artistas más influyentes del siglo XX
debido a su revolucionaria obra.
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