Para saber exactamente donde estaba el centro del mundo, Zeus liberó dos águilas en los extremos opuestos del mundo, una en el este y otra en el oeste, y en el sitio preciso donde se encontraron fue en Delfos.
Gente de toda Grecia y de países vecinos hacían largas travesías por territorios agrestes para llegar a Delfos y obtener respuestas de la pitonisa para conocer su futuro. Sus predicciones y avisos eran tomados con extraordinaria seriedad para planear eventos tan variados desde las siembras de cosechas hasta las declaraciones de las guerras. Muchos jefes de Estado no se atrevían a declarar la guerra, o a tomar otras decisiones importantes, antes de haber consultado el oráculo de Delfos. Así pues, los sacerdotes de Apolo funcionaban prácticamente como una especie de diplomáticos y asesores, con muy amplios conocimientos sobre gentes y países.
El dios Apolo era el dios del oráculo. Hablaba a través de la sacerdotisa Pitia, que estaba sentada en una silla sobre una grieta de la Tierra. De esta grieta subían unos gases narcóticos que la embriagaban, circunstancia indispensable para que pudiera ser la voz de Apolo.
Al llegar a Delfos, uno entregaba primero su pregunta a los sacerdotes, quienes, a su vez, se la daban a Pitia. Ella emitía una contestación tan incomprensible o ambigua que hacía falta que los sacerdotes interpretaran la respuesta a la persona que había entregado la pregunta. Así los griegos podían aprovecharse de la sabiduría de Apolo, ya que creían que Apolo sabía todo sobre el pasado y el futuro.
La pitonisa nunca emitía una respuesta concisa. Heráclito decía: "El oráculo no oculta ni revela la verdad, sólo la insinúa". El historiador Herodoto menciona que cuando al rey Cresos de Lidia (alrededor del 546 a.C.) preguntó si invadía territorio persa, la respuesta oracular fue que al hacerlo destruiría un gran imperio. Cresos creyendo que sería victorioso en su invasión, fue derrotado y su propio imperio cayó y fue destruido.
Apolo fue el dios de las profecías, de la medicina, de las colonizaciones, del arte de la arquería, de la poesía, de la curiosidad intelectual, y cuidador de rebaños. También fue el dios de la luz, a veces identificado con el dios Helios Entre sus atributos se encuentran el arco y la flecha, la cítara y el plectrum. Su cabeza está adornada por una corona de laureles. Pero su más famoso atributo es la silla trípode, símbolo de sus poderes proféticos.
Apolo se convirtió en la deidad principal de acuerdo a Homero al "matar al dragón Pitón por medio de sus flechas.
Según el mito, Apolo fue fruto de una de las tantas infidelidades de Zeus. Cuando la diosa Hera, esposa de Zeus, se enteró del embarazo de la titanesa Leto por su marido, se enardeció de celos. Buscando venganza Hera le prohibió a Leto dar a luz en cualquier sitio en contacto con la tierra, ya sea tierra firme o islas. Además encargó a la serpiente Pitón de perseguir a Leto. El único sitio en donde Leto encontró cobijo fue en la isla de Delos en el medio del mar Egeo porque se creía era una isla flotante no unida a la tierra (difícil de alcanzar por fuertes corrientes submarinas). Y al efecto estaba fuera de las prohibiciones de Hera. Allí Leto pudo dar a luz a los gemelos Artemisa y Apolo.
Lo primero que hizo Apolo fue matar al dragón Pitón de Delfos por la persecución que había hecho a su madre Leto. Apolo no sólo se encargó del oráculo sino también de sus alrededores, porque el dragón había destruido todos los campos circundantes de cultivos, los villorrios, y había envenenado todos los riachuelos y las fuentes.
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