martes, 4 de abril de 2017

Protágoras y el relativismo




Protágoras escribió muchas obras pero ninguna de ellas llegó a nosotros. Una de las más famosas se titulaba "Sobre los dioses", y en ella declaraba su agnosticismo. A causa de ello fue desterrado de Atenas y todas sus obras fueron quemadas en la plaza pública. Su pensamiento nos llega por las obras de otros filósofos, principalmente Platón y Aristóteles, que fueron muy críticos con él.

Fue un sofista muy famoso.  Se dice que enseñaba a sus discípulos a alabar y a criticar a una misma persona, y sostenía que "sobre cualquier tema se pueden mantener con igual valor dos tesis contrarias".

Esta idea se fundamentaba  en su concepción relativista, para la cual las cosas no son sino  "en relación a algo". Un juicio solo es válido bajo determinada relación, y su negación también será válida, pero bajo otra determinada relación.

Una de las frases más conocidas y recordadas de Protágoras es:
"el hombre es la medida de todas las cosas"

Se ha generado una gran discusión en torno al significado de esta frase, principalmente por la manera en que debemos entender el concepto de "hombre". Este puede referirse a cada individuo particular, al hombre social (o la sociedad) o al hombre universal (la humanidad)

La primera opción llevaría a un relativismo extremo. La podemos encontrar en Platón. En su diálogo Teetetes dice:

"¿No es verdad que Protágoras dice algo así: tal como me parecen las cosas, tales son para mí; tal como te parecen, tal son para ti. Pues tú eres hombre y yo también?"

Dado que "tú eres hombre y yo también" ninguna de las representaciones puede pretender con mayor derecho ser verdadera, ya que todas son igualmente. De ahí que el conocimiento no pueda ser universal, sino individualizado.

Una segunda opción es la que enuncia Sexto Empírico:

"Esta doctrina se resuelve en estas palabras: sobre lo justo y lo injusto, lo santo y lo no santo, estoy dispuesto a sostener con toda firmeza que, por naturaleza, no hay nada que lo sea esencialmente, sino que es el parecer de la colectividad el que se hace verdadero cuando se formula y durante todo el tiempo que dura ese parecer"

Podemos deducir a partir de estar palabras un "relativismo cultural" o un "convencionalismo social"

La tercera opción (entender al hombre como la humanidad)  también la encontramos enunciada por Sexto Empírico:

"Según él, por lo tanto, acontece que el hombre es la norma de lo real. En efecto, todo lo que manifiesta a los hombres también es. Y lo que no se manifiesta a ningún hombre, no es."

Esta última alternativa es quizás la  menos adecuada ya que al ser "el hombre" en términos universales el que determina lo que es, sería posible establecer una verdad universal, lo que se parece más bien un idealismo, al estilo de Kant.

De las tres alternativas las dos primeras parecen ser más acordes con el pensamiento de Protágoras. Principalmente la primera, la más difundida por Platón. Volvamos a él. 

En el Teetetes le hace decir:

"Yo afirmo que la verdad es como he escrito: que cada uno de nosotros es la medida de lo que es y de lo que no es. Y que la diferencia de uno a otro es infinita, ya que a uno se manifiestan y son unas cosas, y  otro, otras diferentes (...) Recordad lo que se decía anteriormente, que al enfermo le parece amargo y, por lo tanto, lo es, todo lo que come, mientras que para el hombre sano es y parece lo contrario. Y no se debe, ni sería posible,  considerar a ninguno de los dos más sabio, ni acusar al enfermo de ignorante"

Es sabido que Protágoras afirmaba que la sensación era la única forma de conocimiento. Con lo cual el conocimiento nunca puede ser universal, sino siempre particular y cambiante.

En otro fragmento del Teetetes Sócrates realiza el siguiente planteo:

Socrates: ¿No hay momentos en que el mismo soplo de viento produce a uno de nosotros escalofríos y al otro nada?
Teetetes: Es cierto
Soc: En ese momento diremos que el viento es en sí mismo frío o no frío, o estaremos de acuerdo con Protágoras en que para él que tiene escalofríos es frío y para el otro no?
Teet: lo último es lo lógico

Sócrates trata de hacerle entender a Teetetes que una cosa es el ser (lo que es) y otra lo que percibimos. Actualmente podríamos decir que una cosa es la temperatura y otra la sensación térmica. Pero Teetetes, siguiendo a Protágoras , afirma que el ser es lo que percibimos. Si el ser es lo que cada uno percibe no existiría entonces "una única temperatura", sino solo "sensaciones térmicas". La postura relativista niega una única realidad al afirmar la multiplicidad de realidades y la imposibilidad de determinar cuál es la correcta. 

Pero Sócrates, defensor de una única realidad, no se queda callado y arremete:

"Me sorprende, que al principio de su libro “Verdad” (en referencia al libro de Protágoras) no haya dicho que el cerdo u otro animal más ridículo aún, son la medida de todas las cosas (...) Si las opiniones que se forman en nosotros por medio de las sensaciones, son verdaderas para cada uno; si nadie está en mejor estado que otro para decidir sobre lo que experimenta su semejante, ni es más hábil para discernir la verdad o falsedad de una opinión; si, por el contrario, como muchas veces se ha dicho, cada uno juzga únicamente de lo que pasa en él y si todos sus juicios son rectos y verdaderos, ¿por qué privilegio, mi querido amigo, ha de ser Protágoras sabio hasta el punto de creerse con derecho para enseñar a los demás y para poner sus lecciones a tan alto precio? Y nosotros, si fuéramos a su escuela, ¿no seríamos unos necios, puesto que cada uno tiene en sí mismo la medida de su sabiduría?"

En síntesis, Sócrates critica dos cosas: que las sensaciones sean una forma de conocimiento (sino también los animales tendrían derecho a definir lo real), y que nadie esté en mejores condiciones que otro para determinar lo verdadero. Por último, muestra la contradicción de ser relativista y al mismo tiempo pretender ser maestro o discípulo, ya que todo parecer sería igual de válido que cualquier otro. Sócrates muestra de esta manera lo insulso y perjudicial que puede resultar el relativismo.

También Aristóteles criticó duramente al relativismo por su carácter contradictorio. Aristóteles no comprende que una cosa pueda ser y no ser al mismo tiempo, o ser buena y ser mala. 

Como dijimos, la idea de Protágoras era que las cosas no son sino "en relación a algo". Para Aristóteles en cambio las cosas son de determinada manera, más allá de nuestro parecer o de toda relación. Un ejemplo son las matemáticas.

Por su parte Protágoras reconocía que las matemáticas eran universales y absolutas, pero argumentaba que  las matemáticas tratan de entes ideales, no de entes reales. Esa es la razón por la cual no serían relativas.

Pero para Aristóteles no solo las matemáticas son universales, sino también la lógica, y el relativismo es ilógico. Afirmar que "todo es relativo" sería afirmar una verdad universal, con lo cual,  no todo sería relativo. El relativismo, así termina anulándose a sí mismo.



Bibliografía: Protágoras y Górgias; Fragmentos y testimonios, Ediciones Orbis, Hyspamerica, Traducción e Introducción: José Barrio Gutierrez


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