“Nos quedamos allí mirando. ¿Por qué estás triste? , le
pregunté. No estoy triste. Sí que lo estás. No se trata de eso, me dijo. Me
dijo que en su opinión la gente vive años y años, pero que en realidad es solo
en una pequeña parte de esos años cuando vive de verdad, y esto es en los años
en que consigue hacer aquello para lo que nació. Entonces, en ese momento, es
feliz, el resto del tiempo es tiempo que pasa esperando o recordando. Cuando
esperas o recuerdas, me dijo, no estás ni triste ni feliz. Pareces triste, pero
se trata únicamente de que estas esperando o recordando. No está triste la
gente que espera., ni tampoco la que recuerda. Simplemente está lejos. Yo estoy
esperando, me dijo”